Entre el 13 y 14 de septiembre, se desarrollaron en el Salón Dorado de la Legislatura porteña, las V Jornadas sobre experiencias de revitalización de cascos históricos. La temática principal estuvo centrada en la presentación de ejemplos de articulación entre lo moderno y lo antiguo. Queremos comentarles especialmente la presentación del Arq. Glenio Viana Bohrer (Universidade Federal do Rio Grande do Sul) y la exposición de la Arq. Maureen Joyce, representante del Departamento de Planificación de Londres.
El arquitecto Glênio Viana Bohrer, Gerente del Programa Ciudad Integrada de Porto Alegre, se refirió a las transformaciones que se realizaron en el Casco histórico de la citada ciudad a partir de 2005. El casco histórico de Porto Alegre había sufrido un importante abandono, fruto de la falta de inversión en la restauración y conservación de los edificios, del crecimiento del comercio ambulante y de la falta de seguridad e higiene en todo ese sector de la ciudad. Desde 2005, el gobierno de la ciudad decidió realizar profundos cambios en toda la zona, utilizando los aportes de la iniciativa privada.
El proceso de reforma estuvo focalizado en tres ejes esenciales: la recuperación del área portuaria, el problema del transporte público y los comerciantes ambulantes. La reconversión de la zona portuaria está prevista para el 2013, con una inversión estimada de US$ 500 millones.
Los resultados obtenidos a partir de este proceso de transformación han provocada significativos avances y progresos en toda la zona. Vale destacar, a modo de ejemplo, la recuperación que experimentaron los valores de los inmuebles desde el inicio del proceso de recuperación. El esfuerzo por seguir adelante con estas tareas se retroalimenta gracias a los próximos eventos deportivos que se realizarán proximamente en Brasil, como las olimpiadas y el mundial de futbol.
La presentación de la representante del Departamento de Planificación de Londres, Maureen Joyce, estuvo focalizada en la recuperación del casco histórico de Londres, conocido habitualmente como "La City". Se trata de un área pequeña que abarca aproximadamente 200 has, donde se trabaja fuertemente a nivel gubernamental para proteger los 600 activos históricos del área que representan un tercio de la ciudad.
La zona cuenta con estrictas medidas de protección, explicó la arq. Joyce. Un proyecto debe pasar por distintas evaluaciones y controles: por un lado, justificaciones de orden técnico que demuestren que el edificio histórico en cuestión no puede utilizarse para ningún uso y por otro, un análisis exhaustivo que fundamente que la estructura y viabilidad del nuevo emprendimiento superará al existente. Uno de los ejes de esta política reside en las estrictas medidas de conservación de altura que datan de 1930 (vigentes en la actualidad), momento en el cual se dictaminó que el máximo de altura permitido sería aquel que no sobrepasara la Catedral de Saint Paul.
La Arq. Joyce se refirió posteriormente al gran desafío que las autoridades afrontan en materia de recuperación histórica, pues deben conservar la identidad del área como centro financiero sin degradar la calidad y estilo de los edificios existentes. Es así como la escasez de oficinas en esa parte de la ciudad incentivó la realización de proyectos de corte futurista (en el área permitida) como el famoso "Cheesegrater" del Arq. Richard Rogers o el edificio del 30st Mary Ave,conocido como The Swiss RE Tower de los Arq. Foster and Partners. Estos emprendimientos responden a la necesidad actual del casco histórico que requiere de 15 millones de metros cuadrados destinados a oficinas.
Aquí el dilema: si las autoridades no favorecen las construcciones que ayuden a paliar el déficit de oficinas, el área puede perder su posicionamiento como centro financiero y referente mundial en materia de finanzas y comercio. Si se flexibilizan los códigos de edificación, se corre el riego de transformar la zona en un zoológico arquitectónico. Esta es la encrucijada a la que se enfrentan al día de hoy.
El arquitecto Glênio Viana Bohrer, Gerente del Programa Ciudad Integrada de Porto Alegre, se refirió a las transformaciones que se realizaron en el Casco histórico de la citada ciudad a partir de 2005. El casco histórico de Porto Alegre había sufrido un importante abandono, fruto de la falta de inversión en la restauración y conservación de los edificios, del crecimiento del comercio ambulante y de la falta de seguridad e higiene en todo ese sector de la ciudad. Desde 2005, el gobierno de la ciudad decidió realizar profundos cambios en toda la zona, utilizando los aportes de la iniciativa privada.
El proceso de reforma estuvo focalizado en tres ejes esenciales: la recuperación del área portuaria, el problema del transporte público y los comerciantes ambulantes. La reconversión de la zona portuaria está prevista para el 2013, con una inversión estimada de US$ 500 millones.
Los resultados obtenidos a partir de este proceso de transformación han provocada significativos avances y progresos en toda la zona. Vale destacar, a modo de ejemplo, la recuperación que experimentaron los valores de los inmuebles desde el inicio del proceso de recuperación. El esfuerzo por seguir adelante con estas tareas se retroalimenta gracias a los próximos eventos deportivos que se realizarán proximamente en Brasil, como las olimpiadas y el mundial de futbol.
La presentación de la representante del Departamento de Planificación de Londres, Maureen Joyce, estuvo focalizada en la recuperación del casco histórico de Londres, conocido habitualmente como "La City". Se trata de un área pequeña que abarca aproximadamente 200 has, donde se trabaja fuertemente a nivel gubernamental para proteger los 600 activos históricos del área que representan un tercio de la ciudad.
La zona cuenta con estrictas medidas de protección, explicó la arq. Joyce. Un proyecto debe pasar por distintas evaluaciones y controles: por un lado, justificaciones de orden técnico que demuestren que el edificio histórico en cuestión no puede utilizarse para ningún uso y por otro, un análisis exhaustivo que fundamente que la estructura y viabilidad del nuevo emprendimiento superará al existente. Uno de los ejes de esta política reside en las estrictas medidas de conservación de altura que datan de 1930 (vigentes en la actualidad), momento en el cual se dictaminó que el máximo de altura permitido sería aquel que no sobrepasara la Catedral de Saint Paul.
La Arq. Joyce se refirió posteriormente al gran desafío que las autoridades afrontan en materia de recuperación histórica, pues deben conservar la identidad del área como centro financiero sin degradar la calidad y estilo de los edificios existentes. Es así como la escasez de oficinas en esa parte de la ciudad incentivó la realización de proyectos de corte futurista (en el área permitida) como el famoso "Cheesegrater" del Arq. Richard Rogers o el edificio del 30st Mary Ave,conocido como The Swiss RE Tower de los Arq. Foster and Partners. Estos emprendimientos responden a la necesidad actual del casco histórico que requiere de 15 millones de metros cuadrados destinados a oficinas.
Aquí el dilema: si las autoridades no favorecen las construcciones que ayuden a paliar el déficit de oficinas, el área puede perder su posicionamiento como centro financiero y referente mundial en materia de finanzas y comercio. Si se flexibilizan los códigos de edificación, se corre el riego de transformar la zona en un zoológico arquitectónico. Esta es la encrucijada a la que se enfrentan al día de hoy.
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