Tal como les adelantamos, estuvimos presentes en la Exposición Internacional de la Construcción y la Vivienda (BATIMAT) que se desarrolló en la Rural entre el 29 de mayo y el 2 de junio.
En el marco de dicho evento, asistimos a la conferencia sobre ahorro energético organizada por la Fundación UOCRA y dictada por el Lic. Fernando Risuleo.
El Lic. Risuleo comenzó su exposición manifestando que en los países desarrollados el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) no produce necesariamente un crecimiento en el consumo energético, una diferencia significativa con lo que sucede en los países emergentes donde hay una relación directa entre aumento del PBI y consumo de energía.
Esta cuestión es fundamental pues generalmente se piensa que el crecimiento económico se encuentra necesariamente atado a un mayor consumo de energía. Una nueva fuente de energía puede ser de hecho el ahorro energético, señaló.
En la Argentina, se verifica lamentablemente esta relación directa entre las variables anteriormente citadas. Resulta fundamental entonces aplicar medidas de eficiencia energética y lograr desvincular ambas variables.
Para alcanzar este objetivo, deben adoptarse distinto tipos de medidas. Las campañas sobre el uso racional de la energía y la puesta en marcha de normativas y disposiciones técnicas en los artefactos eléctricos forman parte de las medidas a aplicar. Desde luego, existen cuestiones de tipo estructural (que apuntan a trabajar en las deficiencias de aislación, la asistencia técnica y la capacitación) y de orden instrumental (normas y reglamentaciones que aporten institucionalidad).
El Lic. Risuelo apuntó seguidamente a las medidas de desincentivo económico como el aumento en las tarifas y un mayor presupuesto en Investigación y Desarrollo para generar mayores esfuerzos en torno a la "innovación inducida".
Los instrumentos de tipo regulatorios pueden traducirse en medidas que apunten a certificaciones de eficiencia energética obligatorias como las aplicadas recientemente en España. Puede consultarse un reciente artículo que hemos publicado al respecto. (http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7601616537440869962#editor/target=post;postID=4199708344554895010).
Para finalizar, la paradoja es que aplicando toda esta batería de medidas, el nivel de los resultados esperados puede no siempre coincidir con el nivel del esfuerzo realizado. Esto se debe a variables intervinientes que impactan sobre el resultado final como fallas de mercado, escenario de incertidumbre e irreversibilidad de los costos, al no darse las condiciones para la recuperación de la inversión.
En el marco de dicho evento, asistimos a la conferencia sobre ahorro energético organizada por la Fundación UOCRA y dictada por el Lic. Fernando Risuleo.
El Lic. Risuleo comenzó su exposición manifestando que en los países desarrollados el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) no produce necesariamente un crecimiento en el consumo energético, una diferencia significativa con lo que sucede en los países emergentes donde hay una relación directa entre aumento del PBI y consumo de energía.
Esta cuestión es fundamental pues generalmente se piensa que el crecimiento económico se encuentra necesariamente atado a un mayor consumo de energía. Una nueva fuente de energía puede ser de hecho el ahorro energético, señaló.
En la Argentina, se verifica lamentablemente esta relación directa entre las variables anteriormente citadas. Resulta fundamental entonces aplicar medidas de eficiencia energética y lograr desvincular ambas variables.
Para alcanzar este objetivo, deben adoptarse distinto tipos de medidas. Las campañas sobre el uso racional de la energía y la puesta en marcha de normativas y disposiciones técnicas en los artefactos eléctricos forman parte de las medidas a aplicar. Desde luego, existen cuestiones de tipo estructural (que apuntan a trabajar en las deficiencias de aislación, la asistencia técnica y la capacitación) y de orden instrumental (normas y reglamentaciones que aporten institucionalidad).
El Lic. Risuelo apuntó seguidamente a las medidas de desincentivo económico como el aumento en las tarifas y un mayor presupuesto en Investigación y Desarrollo para generar mayores esfuerzos en torno a la "innovación inducida".
Los instrumentos de tipo regulatorios pueden traducirse en medidas que apunten a certificaciones de eficiencia energética obligatorias como las aplicadas recientemente en España. Puede consultarse un reciente artículo que hemos publicado al respecto. (http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=7601616537440869962#editor/target=post;postID=4199708344554895010).
Para finalizar, la paradoja es que aplicando toda esta batería de medidas, el nivel de los resultados esperados puede no siempre coincidir con el nivel del esfuerzo realizado. Esto se debe a variables intervinientes que impactan sobre el resultado final como fallas de mercado, escenario de incertidumbre e irreversibilidad de los costos, al no darse las condiciones para la recuperación de la inversión.
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