sábado, 1 de diciembre de 2012

Arquitectura + Sustentable Sustentabilidad Low tech y Edificios Inteligentes

El pasado 29 de noviembre asistimos a  la charla sobre Arquitectura Sustentable a cargo de los arquitectos austríacos: Robert Haider y Joerg Westphal (Estudio Ingenos.Gobiet.ZT) en la Sociedad Central de Arquitectos de Buenos Aires.

La construcción sustentable debe abarcar distintas esferas, explicaron los expositores. Están implícitas tanto la sustentabilidad social, como la ecológica como la económica.


Abordando específicamente el caso austríaco, los arquitectos comentaron que se trabaja en ese país  con dos tipos de certificaciones. Por un lado, los certificados no obligatorios 

(del tipo LEED; BREAM o GreenBuilding Council) y por el otro, las certificaciones obligatorias (similares a los certificados de eficiencia energética que se incluyen en los electrodomésticos).

La conferencia estuvo estructurada en función de distintas experiencias de construcción sustentable desarrolladas en la ciudad de Viena y un ensayo en la Provincia de Jujuy. 


Los arquitectos comenzaron por un complejo de cinco edificios (Burogebaude Marximum) con una superficie de 40.000 m 2 y con certificación plata. Distintos sistemas se utilizaron en este complejo: lozas activadas térmicamente (¡la fuente de energía proviene de la combustión de residuos!); sistema automático de protección solar, techado verde y vidrios dobles entre las técnicas mencionadas. 

Otra iniciativa fue un emprendimiento realizado en la Universidad de Viena (Neuban Wirtschaftsuniversitat). Con una superficie de 100.000 m2, se logró en este caso la certificación oro. El proyecto incluyó un sistema geotérmico mediante el cual se utiliza el agua de la napa y sirve tanto para calefaccionar como para refrigerar los ambientes. Se recurrió como en el primer caso, al sistema de combustión de residuos y al free cooling como otras herramientas de ahorro energético.

El proyecto de oficinas Nordbahnstrasse -Burogebaude Smart Office  es una de las experiencias más interesantes por su propia naturaleza. Tratándose de una superficie de 25.000 m2 , el área incluye 400 m2 dedicados al área de gastronomía, supermercados y 270 cocheras. ¡El plazo previsto para la realización de este complejo fue de tan solo 16 meses! y se obtuvo la certificación oro, una meta que los inversores habían privilegiado desde los inicios del proyecto.
El complejo, ubicado en antiguos terrenos de la empresa ferroviaria, apunta  a transformarse en sí mismo en un productor de energía. Para ello, se trabajó sobre un sistema de bomba de calor; plantas fotovoltáicas en los techos y en la fachada (éstas representan el 45 % de la energía utilizada); una planta eólica (conocho turbinas de 50 kw cada una); energía provista por el sistema de combustión de residuos y el sistema de Free cooling (activación de las lozas).  
Lograr la mayor eficiencia energética fue el objetivo primordial de esta experiencia. 
Se incluyó el triple vidriado; el sistema de protección solar y las energías renovables. 

Además de ser un edificio productor de energía por sí mismo, los arquitectos  trabajaron también alrededor del concepto de Edificio Inteligente. En este sentido, explicaron como a través de un software específico Smart Metering, miles de sensores recolectan mediciones y programan el uso inteligente de la energía en función de la información recogida. El usuario se encuentra así interconectado con el edificio y a través de este sistema transforma y mejora su comportamiento en materia energetica. El software informa al usuario cuales son las mejores formas de mejorar la eficiencia energética del edificio y éste recibe instrucciones al respecto. 

Para finalizar esta charla, los expositores presentaron la experiencia realizada en la Provincia de Jujuy denominada Casa Ecosolar de la Fundación Eco Andina, proyecto que  obtuvo la certificación austríaca en estos días. Se trata de un ensayo realizado a partir de las necesidades de la fundación que necesitaba construir un centro de capacitación en esa provincia. Entre las técnicas que se utilizaron, se destaca el uso del ladrillo blanco poroso y aislante; la energía solar y los paneles de aire. También se recurrió al sistema de pared maciza con vidrio antepuesto. 

Las experiencias relatadas por ambos arquitectos demuestran en síntesis, que este tipo de emprendimientos requieren un fuerte apoyo político, un esfuerzo conjunto con las empresas de energía y una fuerte concientización por parte del usuario sobre la importancia de la eficiencia energética. El precio de la energía en Austria es muy elevado y estas experiencias dan respuestas concretas a este problema. La certificación obligatoria de los proyectos es clave por otra parte, dado que permite que los emprendimientos sean comparables entre sí y el consumidor pueda distinguir las mejores propuestas. ¿Lograremos algún día instalar en nuestro país un sistema de certificación comparable en los próximos años? 





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